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SAMUEL LEVÍ Y JAMBALAYA BAND ganadores del IV PREMIO DE POP ROCK de la UNED

SAMUEL LEVÍ Y LOS NIÑOS PERDIDOS FUE EL GANADOR DE LA CATEGORÍA “AMIGOS DE LA UNED”

EL TRÍO ONUBENSE, JAMBALAYA BAND,  OBTUVO EL PREMIO EN LA CATEGORÍA “UNED”

Una vez más, la final del Premio Pop Rock de la UNED, ahora en su cuarta edición, tuvo lugar  en la Biblioteca del Centro Asociado de Madrid de Escuelas Pías.  Seis grupos presentaron en directo sus interesantes candidaturas a los premios: el de categoría “amigos de la UNED” y el premio de categoría “UNED”. El jurado, compuesto de nuevo por la profesora de la UNED Pilar Lago, el periodista de Radio 3, José Miguel López y el guitarrista y productor José Antonio Romero, otorgó los primeros premios, dotados con 700 euros cada uno, a SAMUEL LEVÍ Y LOS NIÑOS PERDIDOS y a JAMBALAYA BAND. El jurado otorgó también una premio especial, dotado con 100 euros, a la creatividad y originalidad al grupo THE PAULOVERS por sus juegos melódico-vocales, asentados sobre una original y agradable presentación en directo.

JAMBALAYA BAND

JAMBALAYA BAND

Tras la presentación de nuestro compañero del CEMAV, Miguel Minaya, empezaron los grupos de la categoría «UNED». JAMBALAYA BAND con un rock potente, directo y con mucha actitud; rompiendo el hielo en una noche prometedora en sensaciones y buena música. A continuación SIN CORREA una banda numerosa que mostraba su preferencia por sonidos caribeños y jamaicanos. Cerrando la categoría fue el turno de IAMMINE un proyecto que, como su propio nombre indica, constaba de una sola persona: el cantante y compositor David Espinosa.

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Samuel Leví y los Niños Perdidos.

 Ya en la categoría «amigos de la UNED» actuaron SAMUEL LEVÍ Y LOS NIÑOS PERDIDOS. Es Samuel un cantautor vigués de largo recorrido y experiencia y con vocación viajera pues se ha formado como mugares tan distintos como Madrid, La Habana o Buenos Aires. Le acompañaron otros tres amigos que no tocaban como cuarteto desde hace diez años. THE PAULOVERS interpretaron sus canciones arropadas  con una presentación sencilla pero muy efectiva: dos voces femeninas y dos guitarras acústicas. Cerraron la velada los rockeros SPEED LIMIT CRUISER con su clasicismo y una estética retro que solventaron con gran profesionalidad la ausencia de su batería oficial.

BIOGRAFÍAS DE LOS GANADORES

Samuel Leví. Su formación musical se inicia en el Conservatorio de Música Mayeusis de Vigo. Años más tarde se traslada a Madrid donde prosigue sus estudios en la Universidad Complutense de Madrid. Comparte escenario con algunos de los principales cantautores de la llamada “nueva generación”; Pedro Guerra o Javier Álvarez entre otros, y recibe clases de Quique González. Publica su primer disco autoeditado del cual es autor, intérprete y ejecutante; “Turno de noche”. Se traslada al Instituto Superior de Arte de La Habana (Cuba) donde reside un año, siendo el primer español en actuar en el renovado Centro Hispanoamericano de la Cultura. A su regreso a Vigo, dirige un proyecto cultural, juvenil, y solidario, en colaboración con Amnistía Internacional, llamado “La Tanda, que programa semanalmente artistas emergentes locales. Su proyecto “Concierto en las aulas” le lleva por distintos centros educativos de Galicia. Con más de 350 conciertos a sus espaldas, ha sido premiado en el año 2009 por el Instituto de la Juventud Española como el mejor autor novel de canciones en español dentro del género “canción de autor”, ha sido el primer artista vigués en presentarse en el Auditorio Mar de Vigo de su ciudad. En los últimos años, ha estudiado la carrera de músico profesional en la Escuela de Música de Buenos Aires (Argentina), luego de haber publicado su 2º disco “Y tú más!”, que ha obtenido el reconocimiento de crítica y público a partes iguales. En el 2015 se traslada a la Real Academia de España en Roma (Italia) para concretar su 3er álbum,  junto a sus músicos, conocidos bajo el sobrenombre de “los niños perdidos”.

JambalayaBand. Un “power trio” que elabora una peculiar receta de rock barnizado con blues. Sin renunciar a las sonoridades del rock contemporáneo ni a exprimir todas las posibilidades que ofrecer ser un “power trio”, Jambalaya nació con la vista puesta en el rock de los años 60 y 70, la psicodelia y el sonido eléctrico que ha caracterizado al rock desde sus orígenes. Como el guiso que les da nombre, esta banda recurre a los ingredientes adecuados con el objetivo inamovible e irrenunciable de conseguir puro ROCK con mayúsculas. La idea de JambalayaBand, un grupo con su base de operaciones en Sevilla, comenzó formarse durante el verano del año 2012: tres músicos andaluces –Alejandro García (voz y guitarra), Juan Antonio de Rus (batería) y Jesús Cabrera (bajo)– piensan que tienen algo que contar y deciden formar esta banda.Tras publicar su primer EP en Abril de 2013, han dedicado 2015 a presentar Jambalaya, el primer disco de estudio, visitando diversos puntos de Andalucía, Extreamdura, Madrid y Murcia.

Todos los participantes.
Todos los participantes.

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Reportaje grabación de la receta ganadora de GastroUNED

 

Proximamente (a final de mes) podréis verlo, de verdad, en la tele. ¡En la nuestra!

Reseña seleccionada sobre "Ensayo sobre la lucidez" de José Saramago

CLUB DE CULTURA,  Octubre de 2015

Autora:  Nuria Musté Ruiz

Esta novela de Saramago tiene un título un tanto engañoso, en apariencia, puesto que ni es un ensayo ni trata sobre la lucidez. Aunque, al profundizar un poco, observamos que bajo la forma de una novela, el autor nos convida a reflexionar. En lugar de plasmar en el texto sus propias meditaciones, nos da los instrumentos para que pensemos nosotros. Podemos reconocer en esta manera de actuar el método de Sócrates, este no daba respuesta a los problemas que se le planteaban sino que hacía que la respuesta saliera de uno mismo. Saramago, en su modestia, afirma que escribe novelas puesto que no sabe escribir ensayos. Creo que, del mismo modo que el filósofo, hace mucho más que escribir ensayos, plantea la situación para que sea el propio lector quién elabore su ensayo, su reflexión.

Tampoco da la sensación de tratar sobre la lucidez puesto que en la obra se suceden los despropósitos. El autor plantea un mundo del revés. El voto en blanco, en lugar de hacer reflexionar a los gobernantes, desata su ira. El gobierno, en lugar de velar por la seguridad de los ciudadanos, se convierte en su enemigo. Los ciudadanos inocentes, en lugar de ser protegidos por la cúpula del poder, son atacados por ella. Los ministros, en lugar de procurar la armonía y el buen funcionamiento de la sociedad, usan métodos terroristas… Pero, a pesar de las continuas tropelías, no llega el tan anunciado caos; la realidad se resiste a las continuas manipulaciones. El autor se vale de la ironía, la metáfora y de un fino humor para abrirnos los ojos, para devolvernos la visión, para que recuperemos la razón y la lucidez.

Saramago usa sus obras para intentar cambiar un mundo que no le gusta. La forma de vivir actual conduce al caos, al desastre, no se conforma con observarlo lo denuncia a través de sus obras. Tras la ceguera metafórica de Ensayo sobre la ceguera, llegó la lucidez, cual si de un nuevo Génesis se tratara, «y se hizo la luz».

Enlaza las dos obras con personajes comunes, la mujer que conservó la vista y el grupo al que guía, aparecen en ambas. Los protagonistas no son héroes, son seres humanos serenos, sosegados y libres que adquieren lucidez, ello les convierte en entes peligrosos. Ni siquiera tienen nombre, sabemos de su carácter por cómo se comportan. No se ocupa de la superficie, va al interior. Quizá en esto podemos ver cierto aire bíblico, «por sus obras les conoceréis» o un vestigio de Saint-­‐Exupéry en su Principito, «solo se ve bien con el corazón».

La estructura es muy peculiar, no diferencia los diálogos de las descripciones. Según el propio autor, esto hace que sea el lector quién ponga música al texto; es él quién ha de escuchar las voces de los personajes, igual que lo hace el escritor cuando concibe la novela.

A través de la prosa de Saramago, con la serenidad, sencillez, coherencia y maestría que la caracterizan, nos cuestionamos, una vez más, el sentido de este mundo en el que vivimos.

Reportaje Ruta Literaria Tudela. Fotos de José Manuel Soto

Reportaje fotográfico de la Ruta de Tudela y Fitero.

III certamen GastroUNED: Elaboración de receta ganadora

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El próximo jueves 3 de marzo a las 17:00 horas, en MIELE (Avenida de Bruselas nº 31, Alcobendas) Fernando López León – jurado del Certamen,  cocinero y profesor de la Escuela de Hostelería de Madrid- elaborará la receta ganadora de la tercera convocatoria «Ventresca de atún con salsa de vino tinto y lava de arroz» creada por Esther Sánchez Casado. La autora es funcionaria en  la UNED.

Entrada libre hasta completar aforo.

El jurado estuvo formado por Coral Calvo, profesora  de nutrición y dietética de la UNED, María Zarzalejos, periodista gastronómica y escritora, Fernando López León, cocinero y profesor de la Escuela de Hostelería de Madrid y  Tomás Rodríguez, cocinero profesional.

Más información acerca de las recetas ganadoras en este enlace: http://clubdelectura.uned.es/2016/02/ganadores-iii-certamen-de-recetas-gastrouned/

 

XXVII PREMIO DE NARRACIÓN BREVE

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XXVII PREMIO DE NARRACIÓN BREVE

BASES

1.      Podrán optar a este Premio las obras originales e inéditas, escritas en lengua castellana, en formato word, que no hayan sido premiadas en otros certámenes. No se admitirá un formato distinto.

2.      El original, de tema libre, deberá ser inédito y no estar sujeto a compromisos editoriales ni concursando en otros certámenes. Deberá tener una extensión no inferior a cinco páginas ni superior a diez. Se presentará con doble espacio interlineado y páginas numeradas; tipo de letra Times New Roman de 12 puntos. La obra deberá ir precedida de una portada (que no cuenta como página del relato) en donde se incluya título del relato y el seudónimo. Si el autor pertenece a la UNED deberá indicarlo. El archivo Word deberá nombrarse con el título del relato, que debe ser el mismo que aparece en el formulario de admisión. Cada autor podrá enviar exclusivamente un trabajo.

3.      Los trabajos deberán presentarse antes del día 18 de abril de 2016 por correo electrónico una vez cumplimentado el formulario en línea que aparece al final de estas bases. Ambas cosas, formulario y relato deben enviarse al mismo tiempo. No se enviará acuse de recibo.

4.      Los autores que pertenezcan a la UNED deberán indicar en el cuerpo del mensaje que son ESTUDIANTES, PROFESORES O PERSONAL DE ADMINISTRACIÓN Y SERVICIOS DE LA UNED.

Los textos deberán enviarse antes del  18 de abril de 2016 a la siguiente dirección electrónica:

certamendenarracion@adm.uned.es

5.     La dotación es de cuatro mil (4000) euros. Se concederá un Premio de quinientos (500) euros para la categoría  UNEDlo que no excluye que el ganador de esta categoría pueda optar al premio principal. La UNED se reserva el derecho a publicar los textos premiados y los textos seleccionados por el jurado para su publicación, en cualquier formato (impreso o electrónico), en cualquier fecha a partir del fallo, sin que los autores puedan rechazar dicha publicación ni reclamar derechos.

6.      El fallo del jurado se producirá durante la Feria del Libro de Madrid (junio). La UNED lo comunicará a los ganadores y finalistas. Además, el fallo podrá consultarse en la página web de la UNED: www.uned.es. Es preceptiva la asistencia (por sus medios) de los ganadores a la entrega de premios; salvo que no resida en territorio español o imposibilidad manifiesta. No se devolverán los originales no premiados.

7.      El Premio podrá declararse desierto si el jurado lo considera oportuno.

8.   La Universidad nombrará un comité de lectura cualificado para la selección de los relatos finalistas.

9.      El fallo del jurado será inapelable, quedando éste y los organizadores facultados para resolver cualquier otra incidencia que pudiera producirse y que no esté contemplada en las bases. La presentación a este Premio supone la aceptación de estas bases.

AUTORIZACIÓN PARA MENORES

Para la participación de menores de edad, será necesaria la autorización de sus padres o tutores que deberá adjuntarse al correo electrónico.

TRATAMIENTO DE DATOS PERSONALES

Los datos personales recabados formarán parte de una base de datos, cuya titularidad corresponderá a la Universidad Nacional de Educación a Distancia con CIF Q-2818016-D y domicilio en calle Bravo Murillo, nº 38, 28015 – MADRID.

La Universidad nacional de Educación a Distancia garantiza el cumplimiento de la Ley Orgánica 15/1999 de Protección de Datos de Carácter Personal.

Javier Suárez de Tangil

La pasada semana desaparecía JAVIER SUÁREZ DE TANGIL, uno de los más antiguos e interesantes colaboradores de Cultura de esta universidad. Javier estuvo con nosotros desde las primeras sesiones de CINEFORUM, hasta la edición XXVI de nuestro PREMIO DE RELATO BREVE, al que llevaba contribuyendo como lector más de 10 años.

Aunque su carrera se desarrolló en torno al cine (trabajó con alguno de los directores más importantes del país), su interés  por la Literatura –como lector y creador- le llevó a obtener algún premio en el terreno de la narración breve.

Vaya desde aquí nuestro modestísimo homenaje,  en este cuento suyo que queremos regalaros, a un hombre de cuya amistad gozamos como de un verdadero privilegio.

 

REMAKE

Por Javier Suárez de Tangil

 

Concluida la jornada de trabajo, hacia las seis de la tarde, y mientras se lava para quitarse el barro de los brazos y de las manos, de la cara e incluso del pelo, el hombre rememora lo ocurrido durante el día.

A las siete de la mañana, dos autobuses les habían recogido, a él y a otros casi doscientos extras, cerca de Alexander Platz. Fueron transportados hasta el lugar del rodaje, a unos 50 kilómetros de Berlín. En medio de una gran explanada rodeada de bosques de abetos, el equipo de decoración había levantado unos barracones, unas garitas y unas empalizadas. Aquello podía parecerse a un campo de concentración. Junto a una de las empalizadas, unos operarios excavaban una gran zanja, que bien podría simular una fosa común. Nada más bajar del autobús, fueron conducidos directamente a una gran carpa donde se habían instalado los departamentos de vestuario y maquillaje. Allí les fueron dotando de gruesos y raídos abrigos –algunos con la estrella amarilla que distinguía a los judíos-, zapatos viejos y pantalones o faldas de aquella época. Mientras lo hacían, los ayudantes de dirección –una chica norteamericana y dos alemanes- les explicaron que se rodaba el remake de una película dirigida en 1980 por Franz Koblezsky. Una explicación innecesaria, pensó el hombre, puesto que la prensa llevaba semanas anticipando la noticia del rodaje, y, de paso, comentando la película original, que, en su momento, había obtenido justo reconocimiento internacional. Como suele decirse, éxito de público y de crítica, ya que a la película le fue otorgada la Palma de Oro a la mejor dirección en el festival de Cannes, y también fue nominada para varios Óscar.

El hombre decide no seguir lavándose. Imposible desprenderse de todo el barro. Ya  duchará en su casa, piensa. Prefiere salir de la carpa y ponerse a la cola de extras que ya se está formando ante la roulotte que hace las veces de oficina de producción, donde el pagador-contable les abonará lo estipulado.

Hacia las diez de la mañana, y mientras seguían los preparativos para el rodaje, hicieron un par de ensayos. A esa hora, el sol empezaba a calentar ya, nada raro para estar a finales del mes de junio. El vestuario, sin embargo, correspondía a un día invernal, pues, como también les explicaron, figuraba que la escena transcurría en pleno mes de febrero. Por ello, los técnicos de efectos especiales habían encharcado a fondo toda la explanada, como si llevara lloviendo semanas sin parar. Además, las ramas de los abetos cercanos estaban cubiertas por una fina capa de nieve artificial. Es posible que así consigan una imagen invernal, pensó el hombre, mientras, como todos los demás extras, empezaba a sufrir un calor sofocante bajo su grueso abrigo. Un calor que, desde luego, no padecía el muy numeroso equipo de rodaje, entre cuyos atuendos predominaban los pantalones cortos y las camisetas. Fueron instados a fijarse en los ocho o diez compañeros más cercanos, formando así pequeños grupos que debían de mantenerse unidos cuando se repitieran los planos.

‘Es para que tengamos raccord’ le dijo al hombre una chica que se había situado junto él. Era una animosa y espigada muchacha, de apenas 20 años, que parecía entender mucho de cine. Enseguida hizo observar a sus compañeros de grupo que las escenas se rodarían con tres cámaras. Una de ellas, sobre una gran grúa, para los planos generales. Las otras dos, una sobre un largo travelling y la otra dotada de un steady cam, para rodar planos medios o cortos. ‘Rodamos en cine 70 milímetros’ dijo también sin disimular su admiración. Fueron también instados a no mirar directamente a las cámaras y a mantener en todo momento una actitud y un semblante que reflejase dolor, abatimiento, desesperación. ‘¡Con este calor y este barro! ¿Qué quieren, que tengamos cara de cachondeo?’ -exclamó un extra bastante enfadado.

Poco después, el director –un norteamericano bastante joven- pidió silencio. ‘¡Silencio! ¡Silencio, vamos a rodar!’ ordenó repetidas veces el ayudante de dirección, provisto de un potente megáfono. Instantes después, en medio del más absoluto silencio, se escucharon las  voces de rigor: ‘¡Motor!’, ‘¡Rodando!’ -contestaron uno tras otro los tres operadores de cámara- ‘¡Sonido!’, ‘¡Grabando!’, ‘¡Claqueta!’, ‘¡Acción!’

Una y otra vez, los extras avanzaron chapoteando sobre el barro desde los barracones hasta una de las empalizadas, para acabar deteniéndose al pie de la fosa común. En ocasiones, la cámara situada sobre el travelling acompañaba su movimiento, mientras que la que iba con el steady cam los rodeaba o serpenteaba entre ellos a gran velocidad. No obstante, las cosas no debían de salir bien, puesto que volvían a repetir el plano.

En las pausas, mientras los extras volvían a primera posición, una legión de auxiliares les ofrecía botellines de agua. Por su parte, el personal de vestuario y de maquillaje  retocaba sus atuendos o sus rostros. A unos les quitaban algo del barro que habían acumulado. A otros, los que se habían ido limpiando con las mangas de los abrigos, se lo añadían.

Después de unas cuantas tomas, les hicieron avanzar más deprisa, incluso correteando un poco. A sus 80 años, el hombre sentía que empezaban a dolerle los huesos. Y además, el calor. El hombre no quería pensar en las órdenes que recibía. Tan sólo quería obedecerlas. Para distraerse, hacía cábalas sobre la forma en que gastaría el dinero que iba a ganar. Por una parte, lo sensato sería colmar su despensa y nevera de alimentos, permitiéndose algún que otro lujo – un buen solomillo de buey, por ejemplo-. Por otra, el cuerpo le pedía gastarse todo en una excelente cena, invitando a su amiga Julie en su restaurante preferido, donde era bien acogido. Una cena regada con un exquisito vino blanco. O mejor aún, con champán. Llegaron ante la zanja y se detuvieron.  ‘En una de estas, nos piden que nos caigamos rodando dentro de la fosa común, se dijo el hombre. Esperemos  que no’.  Vuelta a primera posición. ‘Esta vez repetimos por sonido -dijo la animosa y espigada chica- ¿no habéis escuchado el ruido del avión?’ El hombre, que no había escuchado ningún ruido, siguió con sus cábalas. Tampoco le vendría mal contratar a alguien que hiciera limpieza a fondo en su pequeño piso. Que quitara la mugre de paredes y cristales. Y el polvo a los libros. Y que sacudiera bien la alfombra.

A las doce se suspendió el rodaje durante una hora, para comer. Los extras aprovecharon para despojarse de sus abrigos y refrescarse un poco. El hombre cogió una de las bandejas – ensalada, salchichas con chucrut y pan- y fue a sentarse sólo, algo alejado de los demás extras y más alejado todavía de las mesas reservadas para el director, los productores y los jefes de equipo. Los extras charlaron entre ellos de todo un poco. De sus trabajos, de fútbol y de política. La chica animosa y espigada aprovechó para contar a unos y a otros que estudiaba para ser directora de cine, y que ya había realizado varios cortos. Todos la animaron y le desearon un gran porvenir. Algunos le dijeron que querían ser actores o actrices. Se intercambiaron sus correos electrónicos. La chica merodeó un poco alrededor de la mesa donde se sentaba el equipo de dirección y acabó charlando un rato con ellos. Saltaba a la vista que aquel ambiente de rodaje la deslumbraba. Lógicamente, pensó el hombre, la chica sueña con triunfar. Con hacer grandes películas, a ser posible en Hollywood, y alcanzar el Parnaso de los elegidos. ¿Quién no sueña con ello? Cerca ya de finalizar el descanso, la chica fue a sentarse junto a él café en mano. Incansable, quiso propiciar la conversación -preguntándole si había visto la película de Koblezsky-,  pero en seguida se dio cuenta de que el hombre no tenía ganas de hablar. Cuando la chica se fue, el hombre pensó que tampoco sería mala idea gastarse el dinero en un viaje a Freiburg, para visitar a su amigo Brandt, quien –si no estaba de mal humor-, lo atendería espléndidamente durante unos días.

Por la tarde, el calor fue en aumento, y el camión cisterna recorrió la explanada encharcándola aún más. Pero el rodaje fue más variado. Divididos en  varios grupos, les hicieron  salir o entrar de los barracones, arrodillarse para implorar perdón o arrimarse a la empalizada simulando que buscaban un hueco para escapar. A los extras varones  –a excepción de los más ancianos- les dieron unas palas y les dijeron que se pusieran a cavar en la fosa común, su propia tumba. Otros extras, a quienes habían vestido como soldados alemanes, les apuntaban con fusiles. El hombre siguió haciendo cábalas: tan pronto se inclinaba por la opción más sensata -llenar la despensa-, como se decantaba por las otras alternativas –cenar con Julie, visitar a Brandt-. Rodaban planos cada vez más cortos, y uno de los ayudantes de dirección les instó a que fingieran frío. Tiritando, subiéndose las solapas de los abrigos, frotándose las espaldas unos a otros. Algunos, entre ellos la chica animosa y espigada, lo intentaron. Pero enseguida les daba la risa, con lo que se malograba el plano.

La cola ha ido avanzando y el hombre se encuentra ya bastante cerca de la roulotte de producción. Abierta por uno de sus laterales, la pequeña roulotte aloja al pagador-contable, quien, sentado tras una mesa, va entregando a los extras sobres con dinero, previa firma de un recibo. Después de tanta cábala, lo único que le ha quedado claro al hombre es que el dinero que le paguen alcanzará para  gastarlo en una sola opción. En ningún caso podrá dividir la cantidad y destinar parte a una y parte a otra. ‘Bueno, se dice, tampoco tienes que decidirte ahora mismo. Ya tendrás tiempo, espera a tener el dinero en el bolsillo’.

Sumido en sus pensamientos, el hombre no ha reparado en que la chica animosa y espigada se encuentra un poco más allá en la cola, llegando ya frente al pagador-contable. Sólo se da cuenta cuando la chica, antes de decir su nombre y recibir su sobre, se vuelve hacia él y le dedica un sonriente saludo, quizás una despedida. Piensa entonces que le hubiera gustado haber sido más simpático con ella. Más amable y conversador. ‘Pero claro, se dice, ¿cómo hacerlo? Yo, precisamente yo…’ Es entonces cuando al hombre se le forma un nudo en la garganta y nota el picor de las  lágrimas a punto de anegar sus ojos. ‘Vamos, se dice, ¿te vas a poner a lloriquear ahora como un crío, o como un viejo chocho?’ Sólo quedan tres extras delante de él, después será su turno. ‘Has aguantado todo el rodaje. Pensando en qué te vas a gastar el dinero, has aguantado todo el rodaje sin pensar.’ Ya sólo queda un extra para que sea su turno. El hombre prepara su documento de identidad. ‘¿Vas a echarte a lloriquear? ¿O vas a levantar bien alta la cabeza, con todo tu desdén y tu orgullo?’  

Altivo y sereno, orgulloso y hierático, el hombre llega frente al pagador-contable.

-Nombre y documento de identidad –dice mecánicamente el pagador-contable.

-Nombre: Koblezsky –el pagador-contable le mira fijamente unos instantes-. Koblezsky, Franz.

 

 

FINALISTAS IV PREMIO POP ROCK

Estos son los seis grupos finalistas del IV Premio de Pop rock de la UNED.

La final será el jueves 10 de marzo a las 19:00 horas en la biblioteca del Centro Asociado de Madrid, Escuelas Pías. c/ Tribulete 14 (metros Lavapiés y Embajadores).

Un jurado especializado elegirá los grupos ganadores y el fallo se anunciará al final del concierto.

Entrada gratuita hasta completar aforo.

Colaboran:

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CATEGORÍA AMIGOS UNED

SPEED LIMIT CRUISER: canción «Kissin’ a pin up»

SAMUEL LEVÍ Y LOS NIÑOS PERDIDOS: canción «Antes de dormir»

THE PAULOVERS: canción «Champagne & Nakedness»

 

CATEGORÍA UNED

JAMBALAYABAND: canción «Rebellion»

SIN CORREA: canción «Hit»

IAMMINE: canción «In between»

https://play.spotify.com/track/5NguAyUSFrsUnmB5sW71wq

Ganadores III Certamen de recetas GastroUNED

El jurado de III Certamen de Recetas de la UNED, compuesto por Coral Calvo Bruzos, María Zarzalejos Nieto, Fernando López León y Tomás Rodríguez Díaz,  ha dado a conocer la receta ganadora, y el accésit, de entre todas las enviadas para el concurso de este tercer Certamen.

La receta ganadora es: «Ventresca de atún con salsa de vino tinto y lava de arroz» creada por ESTHER SÁNCHEZ CASADO y que la autora relaciona con el libro propuesto como lectura: El cuento de la isla desconocida de José Saramago. La autora es funcionaria de la UNED.

Así mismo el jurado decidió otorgar un accésit a la receta “Tesoro de tierra extraña en mar de jade» de VÍCTOR BAEZA RUEDA receta también relacionada con el libro El cuento de la isla desconocida de José Saramago. El autor es gastrocultor y poeta.

Ambas recetas pueden consultarse pinchando en el nombre de las mismas en esta misma página.

Agradecemos a autores y medios de comunicación, su interés, el entusiasmo con el que han recibido este certamen y, por supuesto, su participación.

Más información: Elaboración de la receta ganadora.