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Álbum de fotos de la Ruta de Gertrudis G de Avellaneda

Comienzo de primavera en Sevilla, se inicia la ruta literaria por la ciudad que conoció Gertrudis Gómez Avellaneda (Cuba 1814- España 1873).

Una escritora romántica, mujer apasionada, inteligente y libre que contrasta con la época en la que tuvo que vivir. Admirada y criticada a partes iguales siempre se mostró independiente, enérgica y decidida.

Gertrudis Gómez de Avellaneda vivó en Sevilla en dos periodos diferentes: entre los años 1838-40 y al final de su vida, entre 1868-72.

¡Tantas cosas hay que admirar en Sevilla!…
una ciudad histórica, grande, clásica, rica de
monumentos y recuerdos, que parece mejor
y más bella cuanto más se la mira y examina

Recorrido por los lugares que conoció la escritora: jardines de Murillo, la vieja judería, plaza Nueva, hasta llegar a la calle Gravina Nº 9, donde se conserva la casa que perteneció a la poeta romántica (habitada hoy por la escritora Rosa Ciriquián y su familia). Allí se descubrió una placa en recuerdo del bicentenario del nacimiento de Gertrudis Gómez de Avellaneda en presencia del embajador y el cónsul de Cuba, representantes municipales y de la Asociación Cultural y Literaria “La Avellaneda”, impulsora de este acto. En Cuba es una heroína con nombre propio que se aprende con las primeras enseñanzas de la escuela, algo en lo que llevan mucha ventaja con respecto a su difusión en España.

No faltó la música, poesía y una tarta en la que figuraba el número 200.

Tarde de paseo por el parque de María Luisa, con parada en el Casino de la Exposición, casa de los Poetas donde se celebró una mesa redonda en la que participaron Manuel Lorenzo, experto en comunicación e investigador sobre la obra de Avellaneda, María Caballero, catedrática y ensayista, Miguel Cruz, profesor de literatura de la UNED Sevilla y Edith Checa presidenta de la Asociación “La Avellaneda”.

En esta tertulia quedó clara la labor de Gertrudis Gómez de Avellaneda en la literatura y la vida social de su tiempo: cultivó el teatro, la novela (su obra Sab es un alegato contra la esclavitud) en sus escritos queda reflejado su espíritu independiente y la voz de una mujer que rompió con las estrechas normas sociales y morales de su tiempo. Fue la primera mujer que llamó a las puertas de la Real Academia Española, pero fue rechazada por una institución demasiado convencional que no admitía a una mujer entre sus muros.

En la segunda jornada de esta ruta literaria se visitó el Real Alcázar de Sevilla, residencia real desde la alta Edad Media en el que prevalece el estilo islámico y mudéjar.

Pero la cita esencial en el día exacto que se cumplía el bicentenario del nacimiento de Gertrudis Gómez de Avellaneda, se produjo ante el panteón en el que reposan los restos de la escritora junto a su familia, en el cementerio de San Fernando.

Como ofrenda, flores y poemas en un homenaje de recuerdo vivo en el que participaron gente de Cuba y España, así como descendientes de la escritora romántica y poetas que ante su tumba y su recuerdo, fueron recitando, o cantando, sus composiciones. Y este es el verdadero legado que dejó con su obra: el amor por la poesía y que su nombre no desaparezca de la historia de la literatura.

MIGUEL MINAYA

La Ruta Literaria a Sevilla estaba enmarcada dentro de los actos del bicentenario del nacimiento de la escritora hispano-cubana organizados por la Asociación Cultural y Literaria “La Avellaneda” y el Ayuntamiento de Sevilla.

Sábado 22 de marzo.

Sevilla fue la ciudad donde vivió algunos años y donde regresaba siempre.

Hemos visitado, con el libro en la mano que preparamos para la ocasión: “Cuadernillos de viajes y la Dama de gran tono”, las calles que ella amó, los lugares en los que sintió feliz. Manuel Lorenzo Abdala, investigador de la escritora, fue desgranando su vida y obra durante el recorrido.

Caminamos por Jardines de Murillo para entrar en la Judería, llegamos a la Catedral, la Plaza Nueva y continuamos por la Iglesia de la Magdalena y su Cristo del Calvario donde leímos el poema que lleva su nombre hasta llegar a su casa en la Calle Gravina, 9. Durante el trayecto, tanto Abdala como Miguel Hermoso (historiador) fueron contándonos cosas curiosas de la ciudad y retazos de la vida de La Avellaneda.

Ya en su casa, la Directora General de Cultura descubrió la placa. Se celebró ese gran momento con el Embajador de Cuba para España y Andorra y el Cónsul General para Andalucía, Extremadura, Ceuta y Melilla.

Visitamos la casa decorada con mobiliario y objetos del XVIII y XIX, comimos tarta y brindamos por La Avellaneda. Se leyeron versos de la escritora y se musicalizaron algunos de sus poemas.

Caminamos de nuevo por las calles de las que ella habla, Plaza del Duque, Calle Sierpes hasta llegar al restaurante para comer.

Tras la comida caminamos hacia la Plaza de España (la más hermosa de nuestro país), aquí el guía fue Ricardo Montecatine, y por el Parque de María Luisa y la Glorieta de Bécquer, en la que leímos poemas.

En el Casino de la Exposición Universal del 29, se realizó una mesa redonda sobre la escritora. Se proyectó el documental que la UNED había realizado sobre su vida y obra y la Asociación La Avellaneda entregó el III Premio de Poesía “Gertrudis Gómez de Avellaneda” en el que han participado 432 poetas de diversos países.

Domingo 23 de marzo

Hicimos una visita muy completa al Alcázar de Sevilla, un lugar del que Gertrudis habla en los “Cuadernillos de viaje” que entregamos a todos los ruteros.

Tras la visita fuimos al Cementerio de San Fernando y realizamos un recital poético junto a su tumba y una entrega de flores.

Terminamos con la comida de despedida del grupo

Gertrudis Gómez de Avellaneda fue la más importante escritora Hispano-Cubana del siglo XIX, la gran romántica. Nació en Cuba pero residió en España casi treinta años, sus años de madurez. En nuestro país escribió, publicó y estrenó la mayoría de su obra poética, novelística y teatral. Fue la primera mujer propuesta para la Real Académica Española y fue rechazada por el sólo hecho de ser mujer. Los académicos votaron «no» a la entrada de mujeres. 264 años sin permitir que una escritora se sentara en uno de los sillones.

La Avellaneda fue la primera en escribir una novela en contra del esclavismo, “Sab”, veinte años antes de publicarse “La Cabaña del Tío Tom”, madre soltera en el siglo XIX y una luchadora por los derechos de la mujer. Una escritora cuyos méritos: diecinueve obras de teatro estrenadas en España y aclamada por todos los ciudadanos y periodistas de la época, nueve novelas y varios poemarios, entre otros libros, fueron un éxito. Sus restos están enterrados en Sevilla, como ella dejó dicho en su testamento.

 EDITH CHECA

Fotos Ruta Manuel Vázquez Montalbán

Fotografías de Laura Huertas y Rocío Martínez.

Nuevo reportaje de la Ruta de Juan Benet

El punto de encuentro, en Ponferrada, fue la Plaza del Ayuntamiento donde, además de la gente del Centro asociado de la ciudad, esperaba a los ruteros José Ignacio González Ramos, profesor tutor de la UNED. De su mano se realizó la espléndida visita cultural de la ciudad.

La reunión en la citada plaza sirvió de disculpa para exponer brevemente las características de Ponferrada como villa medieval que surge en el Camino de Santiago, tradicionalmente asociada a la presencia de la Orden del Temple, cuyos caballeros ejercen la tenencia de la villa y de su fortaleza a finales del siglo XII y durante casi un siglo, entre 1211 y 1308.

Sin embargo, el breve período en el que la citada Orden está ausente también reviste gran trascendencia histórica, pues en esos años se lleva a cabo el proceso poblador de la villa por parte del monarca leonés Alfonso IX que le concede un fuero hacia 1206. Como tal villa medieval estuvo rodeada, en lo que hoy se denomina “parte alta” o casco histórico, de una cerca o muralla de la que quedan escasos restos. No obstante, ya desde los años ochenta del siglo XI se tienen noticias de la existencia de una iglesia, bajo la advocación de San Pedro, y de un pequeño caserío al otro lado del puente sobre el río Sil del que toma nombre la villa (Ponsferrata), al parecer por algún refuerzo de hierro en sus pretiles, acción que se atribuye al obispo de Astorga, don Osmundo. Esta zona recibirá posteriormente el significativo nombre de la Puebla, topónimo que se mantiene en el momento actual dando nombre a una de las calles de Ponferrada.

Sin abandonar la plaza, podemos contemplar la Puerta y Torre del Reloj; aquí se encontraba una de las puertas de la cerca, la conocida como Puerta de la Villa, que fue reconstruida en el siglo XVI, documentándose la existencia del reloj al menos desde el año 1527. En cambio el campanario y chapitel de la misma se construyen a finales del siglo XVIII. El escudo se corresponde con la época de Felipe II.

Pasando bajo la citada puerta iniciamos el recorrido por la calle del Reloj que comunica las dos plazas más importantes de la antigua villa, la del Ayuntamiento y la de la basílica de la Encina, albergando la primera el poder civil y la segunda el poder religioso.

A nuestra izquierda se encuentra el actual Museo del Bierzo, antigua Cárcel Real, construida a mediados del siglo XVI, época de la que solo se conserva un interesante patio interior, y reedificada en el siglo XIX; los escudos que figuran en la fachada son el de Felipe II, el de la villa y un tercero que se considera como representativo de alguna familia noble de época moderna.

Enfrente se encuentra el Convento de la Concepción, levantado en el siglo XVI sobre la antigua iglesia de San Sebastián, y que conserva en su interior un artesonado del siglo XV, probablemente perteneciente a esta antigua iglesia. Es el único monasterio con vida religiosa que existe en la ciudad actualmente.

La calle del Reloj desemboca en la Plaza de Nuestra Señora de la Encina donde se encuentra la basílica del mismo nombre; se construye, bajo la dirección de Juan de Alvear a partir de 1572 y durante la centuria siguiente, ocupando, al menos parcialmente el lugar en el que anteriormente se encontraba la iglesia de Nuestra Señora de la Plaza, iglesia que se documenta desde los primeros años del siglo XIII, y que se tuvo que construir en el contexto del proceso poblador llevado a cabo por Alfonso IX, pues el derecho de presentación correspondió siempre al concejo de la villa. La actual basílica constituye uno de los edificios religiosos más significativos del Bierzo, tanto arquitectónicamente, donde salvo en la torre-campanario, es evidente el estilo renacentista, como por el retablo mayor que alberga, en este caso del siglo XVII, respondiendo a las características barrocas.

Atravesando de nuevo la Plaza de la Encina nos dirigimos al entorno de la Calle Tras la Cava, situándonos al lado del muro norte del castillo. Desde allí se contempla una panorámica de la “parte baja de la ciudad”, al otro lado del río Sil, que es la que se desarrolla, partiendo de la Avenida de La Puebla, sobre todo en el siglo XX y en los primeros años del XXI. Partiendo del texto que se acababa de leer en el que hacía referencia al Hotel Madrid (situado en la parte baja) y la casa de la calle Paraisín (en la parte alta), después de indicar el lugar en el que se encontraba el puente que da nombre a la villa, se señala que el eje de la Ponferrada a la que llega D. Juan Benet ya no estaba en los años 50 del siglo XX en la parte alta; se había trasladado definitivamente a la parte baja, pues es esta zona la que albergará mayoritariamente el crecimiento espectacular de una ciudad que triplicará su población entre 1940 y 1970. Ese desarrollo se articula a partir de dos auténticos hitos en la historia de la ciudad: la fundación de la Minero Siderúrgica de Ponferrada (MSP) en 1918, empresa que construirá aquí sus infraestructuras más importantes y que consigue una cantidad impresionante de suelo que dificultará el crecimiento futuro de la ciudad, y la creación en 1944 de la Empresa  Nacional de Electricidad (ENDESA) y la Central Térmica de Compostilla I, operativa desde 1949. Los testimonios de esos hitos son los edificios de la antigua térmica de la MSP y de Compostilla I, reconvertidos en el momento actual en el Museo Nacional de la Energía. Ahora bien, las infraestructuras construidas en el Bierzo en esos años también son hidráulicas, tanto para producir energía como para extender el regadío. El embalse de la Fuente del Azufre se construye entre 1944 y 1949, el de Bárcena se termina en 1959, y a finales de los años 50 y durante la década siguiente se construyen seis de las siete centrales hidroeléctricas que forman el Sistema Alto del Sil. En relación directa con una de estas centrales se encuentra la construcción del Canal de Cornatel, obra cuya construcción es dirigida por D. Juan Benet, causa última de su llegada y estancia en Ponferrada. Dicho canal tiene una longitud superior a los 17 kms., 13 de ellos en túnel, construyéndose dos sifones para salvar los ríos Boeza y Valdueza, llevando el agua desde el embalse de la Fuente del Azufre al de la Campañana.

A continuación nos desplazamos al Castillo de Ponferrada, contemplando en nuestro trayecto la Casa de las Cuadras, construida sobre parte del foso oriental de la fortaleza hacia 1848, y el Museo de la Radio en la llamada Casa de los Escudos, antigua casona de los García de las Llamas.

Seguidamente y de la mano de D. Francisco Javier García Bueso, director de los Museos de Ponferrada, visitamos al Castillo de Ponferrada, sin duda alguna el edificio más monumental y de mayor relevancia histórica de la ciudad. Situándonos en el entorno de la Torre del Moclín se ofreció una breve, aunque completa visión histórica de una fortaleza, conocida popularmente, aunque sin mucho rigor histórico, como “Castillo de los Templarios”, que ocupa una superficie de casi 8000 m2 y que básicamente está formada por el Castillo Viejo y el Castillo Nuevo. Se levanta a partir del siglo XIV en el interior de una primera cerca de la villa y sobre parte de las dependencias templarias, correspondiendo su momento de mayor esplendor con el siglo XV. Mientras las construcciones del llamado Castillo Viejo son atribuidas a la familia noble de los Castro, especialmente Pedro Fernández de Castro,  y al Duque de Arjona, las que constituyen el llamado Castillo Nuevo se deben a Pedro Álvarez Osorio, primer conde de Lemos, que las manda construir entre 1440 y 1483. Tras su relativamente reciente  puesta en valor como espacio cultural, el castillo alberga la Biblioteca Templaria que cuenta con 1380 volúmenes y un auténtico tesoro, la colección Templum Libri, formada por más de 600 ejemplares de facsímiles que reproducen los más importantes códices miniados, donada por el bibliófilo berciano Antonio Ovalle. La visita a esta exposición permanente sirvió de colofón a una mañana sumamente intensa, culturalmente hablando.

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Páramo del Sil

 “Todo me hace pensar ahora que el nombre verdadero de Páramo era Región” (Ángel González).

La tarde del 25 de octubre el grupo se desplaza hasta Páramo del Sil. El pueblo, con interesantes muestras de arquitectura popular y casas señoriales con escudos de apellidos ilustres. Páramo se encuentra en el noroeste de la comarca del Bierzo, en la margen izquierda del río Sil. Situado en una meseta rodeada de montañas, a una altitud de 867,5 metros y una población alrededor de 1800 habitantes.

En este pueblo vivió el poeta Ángel González durante tres años, a quien, para curarse de tuberculosis, se le prescribió reposo, buena alimentación, aire y sol de la montaña.

Visitamos la casa donde vivió. Se hace lectura de poemas.

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Lectura de “Recordando a Región”, artículo de Ángel González aparecido en Cuaderno de El Urogallo, donde identifica a Región con Páramo del Sil.

Desde el lugar elegido para la lectura por el alcalde, D. Ángel Calvo Fernández, se pueden divisar los alrededores de Páramo del Sil  y su espléndida orografía.

(Texto: José Ignacio González Ramos)

 

(Fotos de José Antonio López)

Compartimos el artículo de Francisco García Pérez, gran conocedor de la obra de Juan Benet y autor de la charla de la ruta, en el que habla de nuestra ruta literaria, y que ha publicado La Nueva España: http://www.lne.es/opinion/2013/11/06/bolos-literarios/1495036.html

 Más información:

http://www.diariodeleon.es/noticias/bierzo/juan-benet-vuelve-a-region_835945.html

http://www.diariodeleon.es/noticias/filandon/regreso-a-region_759710.html

http://www.diariodeleon.es/noticias/cultura/la-obra-del-leones-juan-benet-sigue-vigente-a-los-20-anos-de-su-muerte_757383.html

INICIACIÓN (por Luis Cavanna Benet)

 (Este es el texto que ha tenido la generosidad de enviar Luis Cavanna Benet recordando aquellas primeras aproximaciones a la Ingeniería de la mano de su tío Juan Benet; ha añadido algunas fotos impagables de su colección particular).

A principios de los años años sesenta, hable con mi tio Juan Benet (Don Juan desde entonces) para consultar a la eminencia de la familia, sobre mi futuro profesional. Me dijo que hiciese lo que quisiera, menos ingeniero y médico ya que lo primero era un latazo y para lo segundo había que ser muy inteligente para andar con la vida de los demás en las manos. De todas formas que si me empecinaba en lo de la ingeniería, que el iba a dirigir una construcción de una presa en las montañas de León y que me fuese a convivir con ellos cuando quisiera. Así pues en el verano de 1961 con mi bachiller recién aprobado, me encamine hacía las obras del embalse del rio Porma.

Al llegar, me deslumbro el agreste paisaje del lugar y más cuando me contaron que en el invierno pasado habían cazado un oso inmenso. Las fuerzas vivas del lugar arroparon la muerte del animal que estaba en  proceso de disecación para su exposición en el Ayuntamiento de Boñar. Enseguida me contaron otras historias sobre los ermitaños que parecía que habitaban en los lugares mas recónditos de las montañas. Sobre los maquis no me contaron mucho pues suponían que ya habrían muerto todos de viejos.

La construcción de una presa es una obra colosal por sus dimensiones y diversidad de trabajos a realizar. Se levantan barracones para albergar unos 300 obreros, comedores, talleres, oficinas…

El futuro embalse sepultaría total o parcialmente ocho pueblos del lugar por lo que se inicia con la negociación o mas bien la imposición de las indemnizaciones a pagar por las expropiaciones de casas, terrenos y bienes que desaparecerían bajo las aguas. Lo siguiente es la construcción de un nuevo cementerio que acoja los restos reclamados por los familiares de los cementerios antiguos. Y como aún quedan muchos restos sin reclamar, se procede al sellado con hormigón de los cementerios para evitar que en el futuro salgan a flote restos humanos.

Después se inicia la construcción de las nuevas carreteras y caminos que sustituyan a las que van a desaparecer bajo las aguas y que bordearan al embalse.

Aparecen como buitres los anticuarios para llevarse escudos, blasones, piedras rejas, balcones y todo con lo que puedan comerciar.

La construcción de la presa empieza por la desviación del rio de su cauce habitual para empezar a hormigonar en el lecho del rio.

Se solicita permiso para trabajar 24 horas seguidas y los siete días de la semana lo cual es concedido, no olvidemos que el promotor de la obra es el Estado,  Y se pone una sola condición que es que se celebre la santa Misa en el lugar los domingos y días festivos. Para ello un LandRover recoge al cura de Vegamián, lo lleva a la obra, dice misa en el comedor a la que asisten unos cuantos feligreses el señor cura desayuna, cobra dos duros y es devuelto a Vegamián donde juega a los bolos leoneses con sus parroquianos.

Una presa simplificando las cosas es un muro colosal de hormigón que retiene las aguas. Esta presa necesito 345.000 m3. Para esa ingente cantidad de hormigón necesaria, lo que se hace es fabricar el hormigón a pie de obra y distribuirlo allí mismo. El hormigón es una mezcla de arena, grava, cemento y agua. Se localizan unas canteras de piedras en los alrededores y se transportan en camiones hasta la estación de machaqueo y clasificación por tamaños de los áridos (arena y grava).  La forma de controlar el número de camiones que entran o salen de la estación de hormigonado es un ábaco gigante. El agua se bombea desde el rio y el cemento se trae en camiones a un silo. Algún moderno tuvo la idea de construir el silo de cemento con las últimas técnicas de entonces, haciendo una estructura central y construyendo las paredes de arriba hacia abajo descolgándose de la parte mas alta. El silo salió hecho un churro y con una serie de abombamientos en las paredes que después hubo que maquillar. El maestro de obras Lorenzo decía Don Juan esto no puede ser esto se va a caer y habrá desgracias.He visto con alegría que el silo 50 años después sigue en pie como figura decorativa.

El hormigón se distribuía a toda la superficie de la presa con una cuba que se trasladaba por un cable que iba de un lado a otro de  las limites de la presa por medio de unas grúas colocadas sobre carriles para su desplazamiento lateral.

La única vez que yo vi que hubo que parar la obra, fue con motivo de una visita de Franco a León en que obligaron a cerrar todos los bares del pueblo así como todos los establecimientos y trabajos, además de tener que poner autobuses bocadillos y banderitas para acudir a la capital a recibir al Caudillo. Ese día bajamos a Boñar a tomar algo pues pensamos que alguien nos acogería en su trastienda, pero fue imposible pues la guardia civil patrullaba por el pueblo comprobando que todo estaba bien cerrado. Nos volvimos a casa a tomar algo allí.

La única distracción colectiva que podías hacer después del trabajo hacia las siete de la tarde era beber y jugar a las cartas o al domino, juego preferido de Don Juan donde le molestaba mucho perder. Si el tiempo lo permitía, jugábamos al crocket y Don Juan disfrutaba mucho cuando golpeaba las bolas de sus rivales lanzándolas fuera del terreno de juego.

Uno de los ayudantes de Don Juan A. Sanchez, era hijo de uno de los cuidadores de las pistas de tenis del Club Puerta de Hierro de Madrid y en iguales circunstancias había otro niño llamado Manolo Santana. Ambos niños aprendieron a jugar juntos por las noches cuando se cerraba el club y participaban en torneos infantiles ganando unas veces Antonio y otras Manolo pues estaban a la par en nivel de juego. Cuando llego el momento de elegir entre seguir jugando o estudiar, Manolo se decanto por lo primero y Antonio dejo las raquetas para estudiar ayudante de Obras Públicas ya que pensaba tendría mucho mas porvenir ….

Se construyo una tosca pista de tenis detrás de las viviendas y allí Antonio nos enseña a dar pelotazos. Don Juan también jugaba pero eso si con pantalón largo algo remangado, jersey de pico y gorra, muy inglés.

 No llegaba la televisión ni la radio, únicamente y por la noche, podías sintonizar en onda corta la BBC. Era un aislamiento casi total que se acrecentaba en invierno cuando mas de medio metro de nieve cubría todo. Las temperaturas eran gélidas y yo he llegado a ver 24 grados bajo cero en los termómetros. Cada mañanahacia las 8 camino de la oficina, apostábamos por averiguar la temperatura que marcaria el termómetro -12º, -16º,-20º ya que a partir de -10º no se es capaz de notar ninguna diferencia. Por el contrario la atmosfera estaba limpia y nítida con lo que se resaltaban los colores y la distancia visual se alargaba muchísimo. Yo he estado a uno bajo cero un 22 de Agosto día de mi cumpleaños. Los motores de los camiones no se paraban nunca y los coches en sus garajes tenían todos un infrarrojos encendido frente al radiador.

La paga de los salarios se hacía semanalmente los sábados y en efectivo por lo que venía un habilitado escoltado por la guardia civil que repartía el dinero en sobres. Ese día los bares de Boñar se llenaban de gente, cánticos, alegrías y también nostalgias. La vuelta en coche desde el pueblo al pantano que eran 8 kilómetros había que hacerla a 20 por hora porque a la vuelta de cada curva podías encontrarte gente dando tumbos por la carretera y las cunetas. Había quien empleaba toda la noche para llegar al pantano.

La vivienda de Don Juan era muy sencilla y agradable con muebles de pino y su tocadiscos con Schubert y Wagner sonando siempre. El escribía de noche cuando los demás nos íbamos a la cama y a las 8 ya estábamos todos camino de la oficina.

Además de Volverás a Región, allí comienza a escribir Una Meditación encargando a la carpintería de la obra dos cilindros de madera y una caja que los contuviese para escribir en continuo con la Olivetti. Tigre un mastín leones de impresionante tamaño vigilaba el lugar por las noches.

 La obra duro 8 años y pretexto un viaje al extranjero para no asistir a la inauguración oficial por parte del ministro del ramo.

Tiempos iniciáticos de muchas cosas.

(Pulsar sobre las fotos para verlas aumentadas)

Reportaje de la Ruta de Juan Benet

(Para ver las imágenes a mayor tamaño y las descripciones de texto pinchar sobre cada foto).

Todo esto no habría sido posible sin la inapreciable colaboración del Centro Asociado de Ponferrada que dirige José Luis Torres González y sin la dedicación del secretario José Antonio López, que tuvieron la generosidad y gentileza de seleccionar a todas las personas que nos ayudaron a conocer, un poco más, la obra de Juan Benet y el territorio del que surgió.

Gracias también por supuesto a la generosidad de todos los que habéis enviado fotos: José Manuel Soto, Eugenio Benet

Próximamente ofreceremos otro reportaje con más textos y algunas fotos más.

Compartimos algunos comentarios de los ruteros:

«Ha sido muy interesante, animado, bien documentado y entrañable (…) creo que es uno de los grandes escritores de la última mitad del siglo pasado y nuestro: muchos participantes lo descubrieron y otros lo releeremos.»

«Sin duda que este viaje nos ha animado a leer la obra del autor».

«Gracias por la oportunidad que a través de esta ruta tan bien preparada hemos tenido de conocer a Don Juan (…) cuando vi la presentación de la ruta, corrí a buscar Volverás a Región. Me costó leerlo, pero cuando me he movido por los lugares que inspiraron sus detalladísimas descripciones, ha sido una gran satisfacción (…) Hoy, comiendo con mis compañeros de Facultad, no he parado de elogiar estas rutas con el propósito de que más docentes de nuestra universidad se animen a participar en ellas».

«Espero que haya más rutas»

«Ha sido un viaje fantástico. No había conseguido leer a Benet, pero después de conocer su territorio y patearlo, lo leeré y saborearé con placer».

«Ha sido una actividad estupenda que, sin duda, repetiremos».

Vicente Molina Foix habla de Juan Benet

Con motivo del aniversario de los 20 años del fallecimiento del escritor Juan Benet, la UNED organiza una Ruta Literaria dedicada a su figura. A este homenaje, se sumarán las recomendaciones de lecturas de El Marcapáginas de la Biblioteca y de nuestro Club de Lectura.

El escritor, Vicente Molina Foix, nos presenta en este vídeo la ruta y nos habla  de Juan Benet.

Vicente Molina Foix, Elche 1946, es un polifacético escritor (poesía, narrativa, teatro, ensayo…) y cineasta español. Comienza su carrera literaria siendo publicado en la famosa antología de Castellet Nueve novísimos poetas españoles que incluía a Manuel Vázquez Montalbán, Antonio Martínez Sarrión, José María Álvarez,  Félix de Azúa, Pere Gimferrer, Vicente Molina Foix, Guillermo Carnero, Ana María Moix y Leopoldo María Panero. Ha obtenido numerosos premios de novela, entre ellos, el prestigioso Premio Nacional de Narrativa 2007 por El abrecartas. Como director de cine es autor de Sagitario (2001) y El dios de madera (2010) en las cuales también ejerce de guionista. También ha sido libretista de la ópera El viajero indiscreto de Luis de Pablo y letrista de canciones de conocidos grupos de pop español.

Así fue la Ruta de Soria.

Penélope, con su bolso de piel marrón, sus zapatos de charol y su vestido de domingo. Penélope, con su pequeño collar de perlas y su blanca chaqueta. Una Penélope varada, no en una estación con la que no parece contar el pueblo, sino en una Colegiata, que luce un cocodrilo disecado en su entrada, en Berlanga de Duero y esperando la llegada del grupo de la UNED.

Dicen en el pueblo…

Pero eso fue al final del viaje y por eso dejaremos a Penélope, que en realidad se llama Mª Jesús, esperándonos mientras nosotros vamos recorriendo las etapas previas a nuestro encuentro. Y esas etapas previas comenzaron en un lugar en el que con solo oír su nombre se vienen a la cabeza escenas truculentas entre heroicas y gores: Numancia.

Allí comienza la primera ruta del nuevo curso, en Soria,  para descubrir una de esas provincias,  de las que no faltan en este país, que por no encontrarse en las vías principales de los movimientos de gentes atesoran, todavía, riquezas no del todo asaltadas por los ávidos turistas del siglo XXI.

Y hacia Soria salimos en una mañana de sábado que llamaremos otoñal por eso de la fecha del calendario, octubre, pero que parecía más un día de verano y no de los más frescos, en un autobús casi lleno que se terminó de completar cuando recogimos a los amigos que llegaron con sus coches hasta el primer punto de encuentro, el hotel de Soria en el que escenificamos, en esta ocasión por llegar demasiado pronto, una hermosa escena tipo camarote de los hermanos Marx. Y hasta aquí puedo contar.

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Texto. María Peñuela

Fotos. Leonor García

comunicacion@adm.uned.es