(En el vídeo, José Manuel Caballero Bonald, premio Cervantes, doctor Honoris Causa por la UNED, da la bienvenida en la Fundación Caballero Bonald a los participantes en la ruta dedicada a su figura y que transcurrió por Jerez de la Frontera, Sanlúcar de Barrameda, Puerto de Santa María y Cádiz. En la mesa: AMALIA VILCHES, JULIO NEIRA, MANUEL BAREA y JOSÉ MANUEL CABALLERO BONALD. Vídeo grabado por José Manuel Soto.)
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Aquí en el sur, en Cádiz, los días de octubre son luminosos, intensos, diáfanos, azules, casi africanos a veces.
El sábado 18 ha amanecido pletórico. El autobús va recogiendo a los cincuenta y cinco “ruteros” que se han inscrito en esta Ruta Literaria organizada por la Unidad de Actividades Culturales de la UNED en colaboración con el Centro Asociado de Cádiz. Personas procedentes de distintos puntos de nuestra “piel de toro”: Almería, Alicante, Barcelona, Cáceres, Madrid, y Cádiz provincia. Un personal diverso: simpatizantes, familiares de alumnos de nuestra Universidad, alumnos en ejercicio, alumnos egresados, profesores-tutores del Centro de Cádiz con sus familiares, etc. Una excelente familia resultó al fin y al cabo.
El convoy atraviesa el puente José León de Carranza, sobre una bahía dormida aún, un mar plateado, en calma, y un amanecer sobre las colinas y alcores de Medina Sidonia. Se intuye un día de fuerte calor. Tras recoger a los compañeros en El Puerto de Santa María llegamos a Jerez, la capital del Sherry, del Caballo y del Flamenco, además de atesorar un rico patrimonio.
La Plaza del Arenal fue el lugar de concentración donde nos unimos con el resto de participantes. Tiempo para presentaciones, reparto de carpetas con el programa, saludos y tiempo para cafés. Buen ambiente.
Nuestro guía o cicerone es Antonio de la Rosa, gracias a la gentileza de la Delegación de Turismo de este Ayuntamiento.
Comenzamos la visita por la céntrica calle Larga hasta el convento de Santo Domingo, en donde visitamos su claustro grande –de estilo gótico puro-, sala capitular, refectorio y dormitorio bajo. Excelente muestra del gótico tardío que llegó hasta el sur (siglo XV). Hubo tiempo para una foto de grupo.
La serpiente rutera callejea hasta la Plaza Rafael Rivero y Puerta de Sevilla, donde podemos contemplar la fachada del Palacio Garvey y la sede del Casino Jerezano. Nos internamos en lo que fue la Judería del Xerez altomedieval. Luego la Plaza del Clavo, Tornería, Plaza Plateros (arbolada, en sombra, terrazas de bares) y confluimos en la Plaza de la Asunción, donde estaba el antiguo Cabildo. Es tiempo de explicaciones arquitectónicas de la fachada: las virtudes, Hércules… A un lado de la plaza la Parroquia de San Dionisio, otro monumento excepcional de Jerez, originalmente gótico-mudéjar del siglo XV. La historia dice que Alfonso X el Sabio conquistó la ciudad en 1264, el día de San Dionisio, de ahí que sea el patrón de la ciudad.
Por la céntrica y nuclear calle Consistorio desembocamos de nuevo en la Plaza del Arenal, la Plaza Mayor de Jerez. Ahora nos internamos en el Barrio de San Miguel, uno de los más señeros de esta añeja ciudad. La torre de su iglesia –de estilo gótico y barroco- es el punto más alto de la ciudad. Está declarada BIC desde 1931. Es un buen momento para atender lecturas de la obra de Caballero Bonald.
Continuamos hacia la fachada de la iglesia donde al parecer nació el escritor e inmediatamente nos acercamos a la sede de la Fundación Caballero Bonald, en la calle Caballeros. Un vehículo se acerca. Descienden el propio José Manuel Caballero Bonald y su señora. Pequeño colapso e invasión de la calzada. Ahí está, el Premio Cervantes 2012, el Doctor Honoris Causa de la UNED 2013, entre otros méritos, posiblemente el último representante en vida de la Generación del 50, y que nos dure…
Momento institucional: recepción a ruteros y organizadores del Centro Asociado y de Actividades Culturales de la UNED por parte de la mesa, presidida por el propio autor, flanqueado por Amalia Vilches (Profesora-Tutora del Centro Asociado de la UNED en Cádiz y Directora de la Ruta), Julio Neira (Catedrático de Literatura de la UNED) y Manuel Barea Patrón (Secretario General y Profesor-Tutor).
Tras las palabras de bienvenida de Manuel Barea, excusando la ausencia del Director del Centro, y luego de la Directora de la Ruta, Amalia Vilches, toma la palabra Caballero Bonald agradeciendo que haya sido el “foco de atención” de la Ruta. Hizo una breve semblanza sobre aquel Jerez que vivió en su juventud y que ya ha desaparecido.
La Fundación obsequió a los ruteros con un ejemplar de las Actas del Congreso-Homenaje de la Fundación organizado en 2006, así como folletos de la Delegación de Turismo del Ayto. de Jerez.
La visita monumental continúa por la Plaza de Silos, donde hubo explicación a cargo de Julio Neira sobre las vinculaciones de Caballero Bonald con el vino (ante la bodega “El Maestro Sierra”), sus andanzas de juventud y primeras experiencias de adolescente.
Sigue la serpiente rutera hacia el Alcázar de Jerez, en la Alameda Vieja, con visita de sus instalaciones: maqueta del Jerez medieval, Palacio de Villavicencio, Mezquita y molino de aceite, perfectamente explicados por nuestro guía, Antonio. Continuamos por los baños, donde hubo nueva lectura de fragmentos de la obra del autor. Luego subida a la Torre Octogonal, desde donde pudimos contemplar el horizonte: Sierras de Grazalema, Medina Sidonia, Sierra de San Cristóbal, Rota, así como la ciudad y la Sierra de Gibalbín, ya hacia Sevilla.
Con esta visita damos por concluida esta excursión mañanera. La gente ansía una copa, una degustación. Por la calle Latorre nos repartimos para saborear los caldos de la tierra: finos, olorosos, amontillados, palos cortados…
En el restaurante “Juanito” tuvo lugar la necesaria refacción: gazpacho fresco, papitas aliñás, costillas en adobo, frituras y un arroz marinero, más el postre compartido. Las bebidas fueron generosos blancos o amontillados “AB”.
La tarde fue “a discreción”. Cada mochuelo se buscó su olivo para aligerar el calor y la digestión. Las plazas de Plateros o del Arenal proporcionaron necesarias y urgentes sombras para ello, ante cafés y copas. Momento del relax y tomar fuerzas para el “segundo tiempo”.
La organización ha adelantado la hora de la “mesa redonda” a las seis y media. El acto comenzó puntual. Una foto fija de Caballero Bonald con datos de la Ruta y de la UNED presidía el fondo de pantalla. La profesora-tutora Amalia Vilches moderó la mesa. Fue presentando a los intervinientes: Manuel Barea, José Juan Yborra, Fermín Lobatón y Julio Neira. Se hicieron referencias a la obra poética, narrativa, conexiones con el flamenco y biografía de Caballero Bonald, con turno de preguntas y exposición de las claves de su obra: la memoria, la recreación novelada, los recuerdos no siempre exactos de sus vivencias…
Tras dos horas de sesión, intensa y productiva, hubo una despedida con copa de vino gentileza de la bodega González Byass.
El autobús devolvía a los ruteros, cansados pero contentos, a sus lugares de destino. Se acaba el primer día. ¡Exhaustos, pero felices!
El domingo amanece con cielos azulados y algunas nubecillas altas blancuzcas que dibujan unos paisajes impresionistas. Desde la ventanilla del autobús, hacia levante, vemos la salida del sol por Medina Sidonia. La Bahía es un plato, algunas barcas de pescadores ponen una mota oscura sobre la lámina acuática.
Tras la recogida de ruteros en Cádiz, El Puerto y Jerez, enfilamos hacia Sanlúcar de Barrameda. Ciudad de la manzanilla, de la gastronomía marinera, de la repostería y de los helados, con un rico patrimonio artístico y monumental, y que es otra referencia clave en la obra de Caballero Bonald. Ciudad Ducal por excelencia.
Tenemos dos cicerones: el profesor Pepe Pallarés y el guía e historiador local Juan Caro. Ambos nos van a mostrar los entresijos y recovecos de esta ciudad fluvial.
Una ciudad que se asienta sobre el estuario del Guadalquivir, frente al Parque Nacional de Doñana, y que en la antigüedad formó parte de Tartessos, la Turdetania y la Bética, y del territorio andalusí. Tras la Reconquista, la villa pasó a formar parte del Reino de Sevilla y fue otorgada en señorío en 1297 a Guzmán el Bueno (el héroe de Tarifa), el fundador del poderoso linaje de la casa ducal de Medina Sidonia.
Sanlúcar fue un puerto importantísimo en las rutas comerciales hacia América, lo que contribuyó al engrandecimiento e importancia de su legado patrimonial, Desde 1973 su casco histórico fue declarado conjunto histórico-artístico.
La primera parada es en Bajo de Guía, en la zona de embarque hacia Doñana, frente al callejón dedicado a Caballero Bonald. Pepe Pallarés lee fragmentos de su obra. Estamos frente al Coto de Doñana, el lugar recreado en Diario de Argónida.
Nuestro guía, Juan, nos va mostrando las construcciones tipo chalets de estilo regionalista, inglés, neo, etc., muestras de la arquitectura del XIX y comienzos del XX, para la burguesía sevillana y madrileña (Garvey, Ybarra, Hidalgo…). La referencia es el arquitecto Aníbal González, autor de la Plaza de España de Sevilla y que tiene también muestras de su estilo en Zafra (Badajoz).
El autobús llevó a los ruteros hasta La Calzada, y el antiguo Cabildo, el centro de la ciudad. Ante el antiguo Ayuntamiento hubo una lectura de fragmentos de la obra del autor homenajeado: “Doble vida”, “Copia del natural”, de sus obras Descrédito del héroe y Manual de infractores.
Por la cuesta de Belén ascendemos al Barrio Alto, a lo que nuestro guía llama metafóricamente la “Acrópolis” de Sanlúcar, frente a la parte baja que sería el “ensanche”. Nos explica la afluencia de comerciantes bretones, flamencos, francos, genoveses, atraídos por el negocio con las Indias. El nombre de una calle lo confirma: Bretones.
Ante Las Covachas, la parte baja del palacio ducal, nueva lectura (ahora de Laberinto de Fortuna) y explicación de esta fachada, también conocida como “Las tiendas de las sierpes”, una lonja de mercaderes construida en estilo gótico (s. XV). Sobre cada pilar recae una sierpe o basilisco. Fueron construidas por el II Duque de Medina Sidonia, Enrique Pérez de Guzmán, hacia el siglo XV, junto a la alcaicería y la citada calle de los Bretones, en pleno barrio comercial sanluqueño.
Vemos la fachada del auditorio de La Merced, antes templo católico perteneciente a la Orden de los Recoletos Descalzos de la Merced, dedicada a la redención de cautivos, construida en estilo manierista bajo el patronazgo de la Casa Ducal. La XXI Duquesa de Medina Sidonia, Luisa Isabel Álvarez de Toledo, cedió la iglesia al Ayuntamiento para fines culturales hacia 1980.
Continuamos subiendo por la cuesta de Belén para acceder al Palacio de Orleans Borbón o de los Duques de Montpensier, actual sede del Ayuntamiento de Sanlúcar. Es una fascinante muestra del estilo ecléctico en boga en el siglo XIX: una mezcla de neomudéjar con clásico italianizante e incluso rococó francés. Su interior alberga salas de estilo chinesco, egipcio, inglés… Lo que se dice un auténtico “capricho”.
En su salón hubo una introducción al paisaje en la obra de Caballero Bonald, a cargo del profesor Pallarés, así como lecturas de poemas por parte de los profesores Amalia Vilches y Manuel Barea.
Continuó la visita por el jardín, de estilo inglés, una excelente muestra de la fauna colonial, con especies singulares como el árbol “Palo de borracho”, también conocido como “Chorisia” o “Calamidad de mono”, según nos explicó la amable guía.
Desde la terraza superior del palacio pudimos divisar una excelente vista del barrio bajo, el río y al fondo Doñana. Lugar ideal para la fotografía.
Ante la fachada de la Casa Ducal y la Iglesia de Ntra. Sra. de la O, hubo explicaciones a cargo del guía Juan, en la puerta lateral de la plaza de los Condes de Niebla (todo son títulos y grandezas en esta ciudad). Esta iglesia guarda un rico artesonado mudéjar, entre otras excelencias, el cual pudimos contemplar. Estamos en el barrio alto, trazado de forma moderna, ortogonal, sobre el que se asienta el Castillo de Santiago, una fortaleza concebida a prueba de bombas, que data de finales del siglo XV, mandado construir (cómo no) por la casa Ducal donde estuvo la primera ciudadela construida por Guzmán el Bueno, el primer Señor de Sanlúcar.
Por fin la organización hace un alto en el camino y permite a los ruteros un merecido descanso. Media hora de asueto, a discreción, cada cual a su ritmo. Tiempo para cafés y refrescos. Otros, más atrevidos, abordaron directamente ya los caldos de la tierra, las manzanillas, acompañadas de algún que otro langostino “tigre”.
Una vez “refechos” (no hemos parado desde el amanecer), callejeamos por el Barrio Alto hasta dar con la bodega “Barón”, una “capilla” del vino. Sus anfitriones, Silvia y Félix, nos atienden gustosos de forma familiar. Hubo una visita a la bodega, donde nos explicaron la crianza y envejecimiento, la diferencia entre el vino de Jerez y la manzanilla, así como degustación de un excelente “Pedro Ximénez” que dedican a la exportación. Auténtica sacristía donde duerme la esencia de la vid. Sus caldos se exportan a Francia, Alemania, Irlanda, Reino Unido, Japón, Australia…
Muy contentos todos y todas, finalizada la jornada de visitas y el camineo, es el momento de la tranquilidad bajo las sombras de las parras, de degustar las viandas y los caldos que nos sirven estos discípulos de Dioniso o de Baco, estos “Barones”. La comanda fue: sopa de tomate, frituras, garbanzos con chocos y tocino de cielo. La tienda de la bodega abrió para abastecernos de provisiones. El personal se surtió para prever “bajadas de tensión”.
Con la tarea finalizada, los ruteros fuimos desperdigándonos por Jerez, El Puerto y Cádiz, para volver a nuestros lugares de origen. Despedidas, intercambios de teléfonos y correos, saludos, deseos de que se repitan estas magníficas iniciativas y el regreso a Ítaca.
En el capítulo de agradecimientos, no nos podemos olvidar de:
– Actividades Culturales UNED, Rocío Martínez y su Equipo (Maribel y Carlos de Abuin).
– Centro Asociado UNED Cádiz: su Director (Jesús Mora), los profesores-tutores implicados (Amalia Vilches, Pepe Pallarés, Manuel Barea) y su Coordinadora de Extensión Universitaria y Difusión (Mili Jiménez).
– Fundación Caballero Bonald, y su responsable Pepa Parra.
– Ayuntamiento de Jerez, Delegación de Turismo, y su guía Antonio de la Rosa.
– Ayuntamiento de Sanlúcar, Delegación de Cultura y Turismo, y su guía Juan Caro.
– Bodegas Barón (Félix y Silvia).
– Autocares Rico.
– Y last but not least (‘por último pero no por ello menos importante’), a todos los ruteros y ruteras que nos acompañaron (algunos ya veteranos), desde distintos puntos de la geografía nacional, y también estudiantes y egresados del Centro Asociado de Cádiz, así como Profesores-Tutores del mismo (Julio Herrera y Joaquín Martínez con sus respectivas esposas).
Continuará..