El antiguo órgano, en funcionamiento, aunque el acceso por las obras de restauración es a través de un andamio; la organista no puede acceder a él por tener vértigo. Menos mal que ya queda poco para que acaben –nos comenta el párroco-.
El antiguo órgano, en funcionamiento, aunque el acceso por las obras de restauración es a través de un andamio; la organista no puede acceder a él por tener vértigo. Menos mal que ya queda poco para que acaben –nos comenta el párroco-.