Crónica y reportaje de la ruta dedicada a Fernando Quiñones y Cádiz.

CRÓNICAS DE FERNANDO

La idea de la Ruta surgió en torno a las celebraciones del vigésimo aniversario del fallecimiento del escritor gaditano Fernando Quiñones († 1998), efeméride que ha coincidido con el 50º aniversario del nacimiento del festival de cine “Alcances” (1968), concebido y parido por el autor de Las mil noches de Hortensia Romero.

Con el entusiasta apoyo del Equipo de Actividades Culturales de la UNED pusimos en marcha esta Ruta temática en torno a la vida y obra de este autor. Es la tercera que el Centro Asociado de la UNED de Cádiz organiza: en el 2012 dedicada al Bicentenario de Las Cortes de Cádiz de 1812, y en el 2014 al escritor Caballero Bonald.

La participación ha sido de 35 personas de diversas procedencias. El contingente mayor procedía de Madrid, pero hemos tenido la suerte también de compartir vivencias con personas de Barcelona, Tenerife, Granada, Adra (Almería), Orihuela (Alicante), Almadén (Ciudad Real), Sevilla, Puerto Serrano (Cádiz), Chiclana de la Frontera (Cádiz) y Cádiz ciudad.

El sábado 29 la concentración de “ruteros” fue en la sede del Centro Asociado, ubicado en la Plaza de San Antonio, donde hubo palabras de bienvenida a cargo de la Coordinadora de la Ruta, Rocío Martínez, y del Director del Centro, Manuel Barea. Se entregó un pequeño dosier con información sobre las ciudades de Cádiz y Chiclana, y extractos de algunas de las obras de Fernando Quiñones, editado por la Unidad Técnica de Actividades Culturales de la UNED.

Se visitaron, por este orden: la plaza de San Antonio, flanqueada por soberbias casas de estilo neoclásico e isabelino; a continuación, la iglesia parroquial de San Antonio, el Oratorio de San Felipe Neri -vinculado con las Cortes de Cádiz de 1812-, el Museo de Las Cortes (maqueta de Cádiz de 1779 y cuadro de Proclamación de la Constitución de 1812), el Gran Teatro Falla (sede de los Festivales de Alcances, de estilo neo-mudéjar), el Espacio Quiñones (donde hubo lecturas a cargo de sus gestoras), vistas de la playa de La Caleta (muy unida al universo literario del autor) y se cerró la jornada matinal con un almuerzo en la “Peña Juanito Villar”, uno de los templos del flamenco gaditano.

Tras el merecido descanso, la jornada continuó en el Salón de Actos del Centro Asociado, ideal para mitigar el calor gaditano. Tuvimos la suerte de que nos acompañase Mariela Quiñones Consolani, hija del escritor. La sesión comenzó con una breve semblanza sobre la importancia de Fernando Quiñones en el panorama literario nacional, con mención de algunos de sus premios más importantes. Se mostraron fotos a modo de biografía visual, que fueron comentadas por su hija, dando un toque humano y vivencial a las explicaciones, con anécdotas impagables de la trayectoria humana y personal de Fernando Quiñones. El acto finalizó con una lectura de textos a cargo de Mariela. Hubo foto final en el Centro para recordar este entrañable e inolvidable momento, con el que se cerraban las actividades del sábado.

El domingo los ruteros nos trasladamos a Chiclana de la Frontera, localidad de nacimiento de Fernando. Allí, en la Fundación que lleva su nombre, fuimos recibidos por su gestora, Mari Ángeles. Nos introdujo a la vida y obra del autor, nos mostró las salas dedicadas al mismo y finalmente leyó fragmentos de Las mil noches de Hortensia Romero y de uno de los relatos incluidos en la colección Tusitala.

Bajo el “arquillo del reló” descendimos a la alameda del río Iro, ahora en bajamar, y nos volvimos a concentrar en la bodega “La Cooperativa”, otro templo, este del vino fino chiclanero. Allí, la sabia docencia de su Presidente, D. Manuel Manzano, nos sumergió en el arte de la enología y la viticultura, explicándonos los procesos por los que el mosto de la uva llega a convertirse en esos preciados caldos que son el vino o el vinagre. Los olores eran penetrantes. Finalmente hubo degustación del Fino “Chiclanero”, Cream “Sarmiento” y del Moscatel “Don Matías”. Brindis final como colofón de esta magnífica visita. Hubo compras en la tienda de la bodega, la calidad de los néctares bien lo merecía.

El bus nos trasladó al Centro de Recursos Ambientales “Las Salinas de Chiclana” ubicado en la salina Santa María de Jesús, en medio de un paisaje de salada llanura mareal. Aquí pudimos conocer el arte salinero: cómo el agua del océano atlántico penetra con las altas pleamares en un laberinto de esteros, lucios o vueltas de agua, vueltas de retenida, tajerías y tajos para que la sal vaya evaporándose hasta producir cristales o escamas que se recogen en cuatro cosechas anuales. Además, estos estanques salados naturales son el hábitat de cangrejos “violín” (las famosas “bocas de La Isla”), anguilas, bailas, robalos, doradas, lenguados, lisas, almejas, camarones…, y dan vida a una nutrida colonia de aves de marisma (garcetas, avocetas, flamencos, gaviotas, chorlitejos, cormoranes, águilas pescadoras, alcaudones, etc.). Aquí nos dieron de yantar y pudimos degustar el sabroso “pescao” de estero.

Tras unas palabras finales de agradecimiento a los participantes en esta Ruta Literaria –sin los cuales no hubiese sido posible- regresamos de nuevo a Cádiz desde donde “cada mochuelo voló a su olivo”.

CRÉDITOS

UNED – Actividades Culturales
Oratorio San Felipe Neri (Cádiz)
Delegación de Cultura del Excmo. Ayto. de Cádiz
Personal del Gran Teatro Falla (Cádiz)
Espacio Cultural “Fernando Quiñones” (Cádiz)
“Peña Juanito Villar” (Cádiz)
Mariela Quiñones Consolani
Personal del Centro Asociado UNED Cádiz
Fundación “Fernando Quiñones” (Chiclana)
Bodega Cooperativa (Chiclana)
Centro de Recursos Ambientales “Las Salinas” (Chiclana)
Viajes Rico

Y a todos los “ruteros” que nos han acompañado con un espíritu positivo, colaborativo y plenos de interés por esta apuesta literaria. Ellos son los verdaderos protagonistas.

Manuel Barea Patrón
30 septiembre 2018

Fotografías de Antonio Cardín:

Fotografías de Mario Rosano:

Una respuesta a “Crónica y reportaje de la ruta dedicada a Fernando Quiñones y Cádiz.